Era el momento para hacer historia, ni dirigentes, ni cuerpo técnico, ni jugadores e hinchas merecían irse con las manos vacías luego de semejante semestre y por eso aparecio uno de los hombres con los goles importantes: Gabriel Mercado, se eleva, mete un cabezazo de pique al suelo que infla la red y las gargantas de las 65 mil almas que gritaban el primer gol del partido. Y si de goles importantes hablamos, no podemos dejar de mencionar a German Pezzella, otro corner, otro centro de Pisculichi, otro cabezazo de Pezzella que la clava en el angulo para desatar la locura de todos los presentes en el Liberti.
"Por que este año de acá de Nuñez, de acá de Nuñez sale el nuevo campeón" la gente se enloquecía, el banco de suplentes desbordaba, el arbitro marca el final del partido, River gana por primera vez la Sudamericana, vuelve a conseguir un torneo internacional luego de 17 años, lo festeja Nuñez, lo festeja el pais, unido en un solo grito: ¡DALE CAMPEÓN, DALE CAMPEÓN!
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