En lo que va del año, River llevaba una marca muy favorable a su favor en los denominados clásicos del fútbol argentino. Desde el verano en los partidos frente a Boca durante la pretemporada, pasando por el comienzo del torneo final, donde la primera victima fue San Lorenzo en el estadio Monumental, Boca nuevamente cayó en las garras del por entonces equipo de Ramón que logro un triunfo en La Bombonera luego de 10 años. Con Independiente militando en la B Nacional, su ultima victima fue Racing, con un final de torneo apasionante, el Liberti se inclino ante los pies de Chichizola que atajo el penal decisivo del partido, dejándolo a un paso del campeonato. En México y sin Ramón en el banco, River estiraba ese invicto, empatando con el conjunto Xeneize y derrotándolo por penales.
Con otro técnico sentado en el banco de suplentes, River siguió estirando el invicto frente a los grandes. En el Nuevo Gasometro desapareció de la cancha a un San Lorenzo campeón de América, mas tarde Independiente, equipo al que no había enfrentado en el año, con baile incluido lo goleo en el estadio Monumental. Se acercaba otro grande y el equipo de Gallardo continuo sin perder en los clásicos, esta vez con un empate frente a Boca. Solo quedaba un partido, para irse sin perder frente a los grandes en todo el año, pero en el partido mas decisivo del torneo y con un estadio de Racing que desbordaba de gente, River perdió 1-0, dejo la cima del campeonato y le dijo adiós al ultimo invicto.
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