El enganche emigró al fútbol árabe dejando una gran cantidad de dinero para la débil economía del club. Sin embargo, decidió resignar el porcentaje que le correspondía y aportarlo para ayudar a sanear un poco la situación financiera de River.
No es común en estos tiempos ver este tipo de gestos, de los que enaltecen a un jugador y demuestran su verdadero cariño por la camiseta de un club. Y mucho menos en una institución del nivel de River, que muchas veces ha visto pasar jugadores que solo han estado como vidriera.
Primero fue David Trezeguet, quien renunció a cobrar la deuda que mantenía el club con él para que ese dinero sea utilizado en el fideicomiso que pretende instaurar la dirigencia. Pero a lo hecho por el Rey David se le sumó la decisión de Manu Lanzini.
El enganche, que fue vendido al Al-Jazira de Emiratos Árabes, cedió a River el 20% de su pase, es decir, el porcentaje que le correspondía al jugador, ya que el club contaba con el 80% de la ficha y Lanzini tenía el resto, por lo que obtenía una suma de 1.500.000 millones de dólares pertenecientes a su transferencia.
Manu antes de partir con su equipo, renunció a ese dinero y lo donó al club, un monto que sirve para seguir intentando curar el mal estado financiero de River.
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